En el 2020 mi mujer y yo, decidimos la compra de una vivienda fuera de Barcelona.
Era nuestro tren, teníamos la sensación del ahora o nunca, así que sin miedo nos la compramos, con su correspondiente hipoteca.
La sensación desde entonces es máxima felicidad, a pesar de las derramas en techos, aislamientos, canaletas, etc…
Hay una zona comunitaria excelente, desde el balcón se ve a los niños jugar, saltar, hablar, bailar y gritar..
Ahora la comunidad ha decidido querer poner unas normas, que nosotros cuando compramos no existían. Ummm el tema se complica verdad?
Prohibido que los niños salgan, hacer barbacoas, ir en bici, que se organicen reuniones, tener cosas en el jardín e incluso dentro de las plazas de parking, en fin una sorpresa de la que muchos vecinos me han manifestado, «¿También vendes aquí? Porque el sitio era idílico pero me estoy pensando que estoy en lugar equivocado…».
Comprar y sentirte en tu hogar es difícil, escribir este post si eres agente inmobiliario y vendes sin saber cómo son los vecinos, también, porque no me jodas, eres responsable del futuro de la estabilidad emocional de las personas.
Con esto quiero decir que: Di la verdad. Siempre. No deja de ser una tirita… que sufrimiento quitarla poco a poco, haz RAS y ¡déjate de hostias! ¡Entérate de todo y cuéntalo!
Hay que mirar de compensar los sentimientos, entender, o querer entender es básico como seres humanos.
Y sobretodo ver todos los puntos de vista, aunque no te gusten. Siempre aprenderás de ellos.